domingo, 2 de diciembre de 2012

2 de diciembre

“Habrá señales  prodigiosas en el sol, en la  luna y en las estrellas. En la  tierra, las naciones se llenarán  de angustia y de miedo por el  estruendo de las olas del mar;  la gente se morirá de terror y  de angustiosa espera por las  cosas que vendrán sobre el  mundo, pues hasta las estrellas  se bambolearán. Entonces verán  venir al Hijo del hombre en una  nube, con gran poder  y majestad.
Cuando estas cosas  comiencen a suceder, pongan  atención y levanten la cabeza,  porque se acerca la hora de  su liberación. Estén alerta,  para que los vicios, con el  libertinaje, la embriaguez y las  preocupaciones de esta vida  no entorpezcan su mente y  aquel día los sorprenda  desprevenidos; porque caerá  de repente como una trampa  sobre todos los habitantes  de la tierra.
Velen, pues, y hagan oración  continuamente, para que puedan  escapar de todo lo que ha de  suceder y comparecer seguros  ante el Hijo del hombre.

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